7 de octubre de 2014
Ya sé que hace algún tiempo hablaba de como me planteaba la autopublicación para mi pequeño libro de relatos en ciernes. El proyecto sigue en marcha, sin embargo, como me gusta probar todas las opciones, me he decidido también a intentar la publicación por la vía tradicional. A saber, contactar con las editoriales e intentar llegar a un acuerdo con alguna.

edición literaria


Me gusta planificar las cosas, y me encanta hacer listas, así que antes de lanzarme a esta nueva aventura (sin apartar para nada la otra opción de Autopublicación) me decidí a prepararme un plan de acción que quizás pueda servir a alguien que se vea en las mismas que yo. Este plan no lo he hecho por inspiración, sino tras leer e investigar sobre el proceso editorial.

  1. Tener el manuscrito bien revisado, estar contento con el y seguir escribiendo: Sé que puede parecer obvio, pero durante algunos momentos me di cuenta de que mi atención se desviaba más a la parte "administrativa" del asunto en detrimento de las iteraciones de revisión del manuscrito que, ahora, al fin parece estar listo.
  2. Recopilar una lista de editoriales: Y lo hice según dos criterios... Las que podían interesarme a mí y aquellas a las que un escritor novel sin ninguna obra publicada podría interesar mínimamente. Viendo la intersección de estos dos conjuntos las opciones quedaban más claras, ya que la lista de editoriales es increiblemente extensa. Y no creo tampoco que sea bueno realizar un bombardeo por saturación a sus buzones, vale la pena ser un pelín más selectivo.
  3. Primer Gatekeeper: Antes de enfrentarnos al temible editor como guardián de la entrada al maravilloso mundo de la literatura creo que hay que plantearse a otro boss. Normalmente tienes que interesar un poco a las editoriales antes de que decidan leerse tu manuscrito. Y es en ese punto en el que estoy ahora, y en el que me he preparado a conciencia.
Hay que ser interesante 

Para ser interesante lo primero de todo es escribir lo mejor posible, hacer la parte del trabajo que nos merece el nombre de "escritores noveles" Sin esto, nada más importa. Ni todo el marketing del mundo ni todo el social networking... nada nos hará interesantes para las editoriales (ni para los lectores) si nuestra narrativa no lo es.

Lo siguiente es elegir editoriales con las que tengamos posibilidades. Seamos consecuentes, ambiciosos pero no suicidas. Ningún newbie puede con el boss más fuerte sin entrenar.

Lo siguiente, algo que aprendí de mis periplos por la red leyendo de gente con más experiencia, o que ya está al menos en el camino, es NUNCA enviar el manuscrito en la primera aproximación. Es brusco, y bien pensado, no es nada elegante. Suena desesperado, ¿verdad? Para esta primera aproximación tenemos la Carta de Presentación. Un texto breve en el que se manifiesta el interes de trabajar con la editorial, conciso, que ahorra trabajo a este Gatekeeper que quizás reciba 400 mails al día, muchos de ellos desesperados y con manuscritos. Ahí ya tenemos una primera buena impresión, al menos pensará "este se ha preocupado en leer algo sobre el protocolo y la manera de trabajar"

Copio las directrices desde escritores.org y repito, es una gran página con recursos para los que, como yo, quieren iniciarse en el mundo de la literatura. Un "Favoritos" obligatorio.

1.- No enviar nunca una carta de presentación que supere la página. Doscientas cincuenta palabras tienen que ser suficientes para presentarnos a nosotros mismos y a nuestro libro. ¿Qué hacer si nos sale más larga? Volver a escribirla. Doscientas cincuenta (250) palabras. Ese es el máximo.
2.- Descarta la carta manuscrita. Realiza el envío por correo electrónico y si es con archivo adjunto que sea en formato Word o PDF  (no enviar nunca un correo electrónico con plantillas y fondos de colores). Revísala antes de enviarla que no tenga faltas de  ortografía o errores gramaticales
3.- No intentes ser original o gracioso. Ni las gracias improcedentes ni las alabanzas y elogios innecesarios son de utilidad con los profesionales serios.
4.- Recuerda incluir tus datos de contacto: nombre, mail, teléfono de contacto, redes sociales y un horario en el que se estés disponible para recibir llamadas (en su defecto, indicando la vía de contacto preferida). Teniendo presentes las sugerencias mencionadas, recordemos de nuevo el espacio disponible de 250 palabras y acomodemos a él la siguiente información:
   1.- Destinatario con nombre y apellido correcto (imprescindible)
   2.- Una breve presentación del autor (datos relevantes como escritor, únicamente como escritor)
   3.-Un párrafo de descripción del tema o argumento de nuestro libro.
   4.-Alguna estimación sobre el mercado del tipo “la novela tal de temática afín vendió el pasado año tantos ejemplares” o los apoyos con que contemos en caso de tenerlos, como “la entidad tal ha comprometido la adquisición de tantos ejemplares”.

Y con esto, estamos preparados para la parte más dura... esperar una respuesta. En mi caso, me he armado de paciencia y de otras cosas que hacer, entre ellas seguir escribiendo.