24 de febrero de 2016
Aún le ardían las cicatrices, un contorno de fuego ácido en las discretas hendiduras alrededor de las yemas de sus índices y pulgares. El oficial de aduanas japonés frente a ella revisaba con cara poco amigable los documentos, un desprecio nada disimulado de altanería profesional. Ya se había enfrentado a los controles de Japón, pero estaba nerviosa, y el hecho de no querer parecer nerviosa lo hacía aún peor. Se preguntó qué ocurriría si le pillaban.

huella dactilar digital


El hombre le puso delante el escáner digital de huellas dactilares con un gesto brusco, señaló a la pantalla que indicaba como hacer el reconocimiento. Una cosa redonda y kawaii explicaba sonriente: Primero los índices, luego los pulgares. Lin aguantó la respiración, estaba a punto de poner a prueba sus quince mil dólares pagados a unos médicos de Shanghái. Colocó los índices, un pitido suave y una luz verde. Escáner terminado, el oficial de aduanas no cambió su expresión burocráticamente congelada. Lin puso los pulgares, mirando con disimulo al terminal del japonés.
4 de febrero de 2016
Hacker es una palabra con fuerza y multitud de lecturas: Habrá quien piense en gente vestida de negro delante de cinco pantallas de fósforo verde, otros tendrán un flashback a los numerosos titulares de periódicos sobre gente que destroza ordenadores y sistemas de los gobiernos. Quizás tú estés pensando en alguien de ciento veinte kilos viviendo en el sótano de la casa de sus padres.

hacker

Visiones válidas, todas ellas, algunas más alejadas de la realidad que otras. Para Hollywood "hacker" es el arquetipo de expertos en ordenadores, especialmente en seguridad informática. ¿Y cómo los ha mostrado la industria durante el último par de décadas? Acompáñame en un repaso por las cinco normas de oro del hacking en Hollywood. De obligado cumplimiento por todos hasta hace bien poco.