19 de agosto de 2014
Hace más de un trimestre que no actualizo el blog, y eso es un cyberpecado. Lo cierto es que ha sido un lapsus bastante absurdo y no creo que vuelva a repetirse, pero me parecía un pelín extraño volver a postear sin dedicar al menos un párrafo a la vergonzosa ausencia.

Pero he seguido inspirado e inscribiendo, aunque a otro ritmo. Un ritmo más propio del verano, más pausado y repleto de momentos de contemplación y aprendizaje. Mientras surfeaba en busca de información para mi inminente lanzamiento a la aventura de la autoedición me crucé con una maravillosa web que no conocía. Una recopilación de recursos, un sitio de visita obligada, vaya.