4 de febrero de 2016
Hacker es una palabra con fuerza y multitud de lecturas: Habrá quien piense en gente vestida de negro delante de cinco pantallas de fósforo verde, otros tendrán un flashback a los numerosos titulares de periódicos sobre gente que destroza ordenadores y sistemas de los gobiernos. Quizás tú estés pensando en alguien de ciento veinte kilos viviendo en el sótano de la casa de sus padres.

hacker

Visiones válidas, todas ellas, algunas más alejadas de la realidad que otras. Para Hollywood "hacker" es el arquetipo de expertos en ordenadores, especialmente en seguridad informática. ¿Y cómo los ha mostrado la industria durante el último par de décadas? Acompáñame en un repaso por las cinco normas de oro del hacking en Hollywood. De obligado cumplimiento por todos hasta hace bien poco.

1. Hay que teclear rápido, ¡muy rápido!
Esta es la más básica. Los hackers desprecian las interfaces gráficas, todo ha de hacerse en consola y además, cuánto más rápido teclee nuestro hacker, más rápido será introduciéndose en los sistemas informáticos o defendiéndose. Porque es evidente que el factor limitante para cualquier operación con ordenadores es la velocidad a la que introduces los comandos.

Otro par de manos duplican la velocidad de procesado y el nivel de hacking.

No importa que en el mundo real haya que esperar incluso para cosas triviales. Como mínimo a que ejecute el código. Seamos sinceros, la informática real no trata de introducir a toda velocidad textos de 500 palabras, ni de mecanografiar código fuente en C++ a tiempo real. Muchas veces hay que esperar. Incluso te da tiempo de levantarte a por un café.

2. Siempre puede hacerse.
Mi favorita. ¿Entrar en una red corporativa privada desde la wifi del vecino? Fácil. ¿Compilar un virus para un sistema desconocido en cinco minutos? De manual. ¿Romper la contraseña del correo electrónico del malo? ¡Tío, es que siempre usan 1234!

En Hollywood hay una manera, por eso el hacker es el hacker y los demás ni siquiera le llegan a la suela de los zapatos. Se rumorea que algunos incluso pueden diseñar un virus revienta-todo en un Mac para infectaruna nave espacial extraterrestre. Es que todo es ponerse.

El conflicto llega al mirar la realidad. Lo siento, no todo puede hacerse. O quizás si puede hacerse, el problema es que no con cualquier hardware o no en un periodo razonable de tiempo. Diez elevado a cincuenta días, por ejemplo, no es un periodo razonable.

Si necesitas un supercomputador, no te va a servir el teléfono móvil. Si quieres colarte en un viejo sistema de control industrial de los ochenta, no va a aceptar tu USB. Algo tan sencillo (en las películas al menos) como romper una encriptación sin la clave resulta increíblemente costoso y requiere una relación tiempo/potencia de procesado que puede hacerlo rápidamente inviable. De hecho, lo más normal es intentarlo sólo con encriptaciones que tengan debilidades conocidas.

En las películas nuestros hackers van a mano y tecleando rápido. En el mundo real puedes encontrar un tiempo medio de 252.000 días para romper una contraseña de 16 caracteres, sabiendo que están todos en minúscula. ¡Todo puede hacerse!

3. Siempre son genios, y geeks.
Todos los hackers tienen un don, se criaron con un 386 y programaron su primer pong a los cinco años. Estaban entrando en la web del pentágono a los 12. Son gente asocial, además tendrán alguna prenda negra (o todas). Muchos además harán referencias constantes y forzadas a la ciencia ficción. ¿Escritorio desordenado? De obligatorio cumplimiento, ¿referencia a Star Wars/Star Trek? véase punto anterior. No olvidemos que en Hollywood, los hackers evolucionaron directamente del empollón común.

Guantes negros y camiseta de la princesa Leia. Si no, es imposible codificar. 

Ningún hacker tuvo que estudiar. Nunca se le atascó una asignatura (o cinco) en la universidad. Y desde luego no podrían llevar traje o tener más de treinta años. Tampoco pueden gustarle el bricolaje o la repostería. Lo que nos lleva a...

4. Y punto, no saben hacer otra cosa.
Lo único que nuestros hackers saben hacer, además de magia delante de un ordenador, es ser cools. Para los hackers ser cool es un valor hollywoodiense complejo aunque binario: o disfrutan con algún deporte alternativo o son expertos en infiltración y armas. Seguramente lo cogieron como optativa en la universidad de hacking.

Evidentemente, no son hackers.

5. Siempre es rápido y apasionante.
Las escenas de hacking siempre son rápidas, frenéticas. A cámara rápida y con música electrónica a ser posible. Nuestro experto o experta estará tecleando furiosamente delante de la pantalla, mirando con los ojos muy abiertos (opcional el reflejo de líneas de código en sus pupilas/gafas). Y es que el hacking de Hollywood va a la velocidad de los electrones, y siempre puede hacerse todo sobre la marcha. Nadie necesita nunca leer logs para entender que está pasando. No veremos nunca cómo la hacker lee entre bostezos el último error de su compilador.


En el mundo real, ¿lo adivinas? Hay que esperar. Y es frustrante, y delante de la pantalla la gente se tira de los pelos, y le pregunta al ordenador por qué demonios pasan las cosas. Sí, incluso los expertos, sobre todo los expertos. Además, en Hollywood si un ordenador es infectado por un virus, la evidencia final llegará con una calavera en la pantalla, es ley.

Es verdad, tienes razón, la informática de verdad puede ser aburrida. Un ejercicio contemplativo y a veces infuso. Llevarla al cine así podría resultar somnífero. Acepto, muchas de las películas que cometen estos fallos son buenas, emocionantes, incluso apetece verlas más de una vez.


Hasta aquí las cinco reglas de oro. ¿Se te ocurre alguna otra? Déjala en los comentarios
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te has dejado que a los hackers nos gusta oir un beep cada vez que un carácter aparece en nuestra(s) pantalla(s)*. Los zooms de las ventanas también hacen ruido, e incluso al teclear. Se ve que no nos molestan los pitidos.

*: Digo nuestras pantallas, porque un hacker sin mirar 5 o 6 monitores no es un hacker, según Hollywood.

Abián G. Rodríguez dijo...

¡Tienes toda la razón! Imprescindible lo de los sonidos "tecnológicos" y también las múltiples pantallas. Si no, es imposible ser un experto en seguridad.

Gracias por pasarte por el blog y por el comentario!! :D