28 de marzo de 2015
Nota del autor: Muchas veces han dicho que la ciencia ficción existe para retratar nuestra sociedad o aspectos de esta al referenciarla. Y también para mostrar los temores y las predicciones de futuro de sus autores. Y aunque lo que sigue no es, desgraciadamente, ni inventado ni predicho (está pasando) sí que retrata aspectos de un porcentaje de nuestra sociedad, y además ilustra claramente un miedo mío: El de que todos nos volvamos pretenciosos imbéciles que atacan a los demás con aire de suficiencia y autoridad reivindicativa, para desquitarnos de alguna inseguridad o, aún más grave, de una simple preferencia personal que no tienen por qué tener el resto de personas del mundo.

metáfora


         Pero sería muy irónico combatir un artículo de ofendido, publicando un artículo ofendido. Invertir los puntos de vista que se hallan sesgados por una visión altamente dogmática es una gran manera de mostrarlos como lo que son (opiniones que se mueren por ser aceptadas y justificadas) y ridiculizarlos. ¿Por qué escribo todo esto, después de poner un título tan increíble como “No como coños”? Pues porque intento justificar que lo siguiente no sea un auténtico relato de ciencia ficción (y desearía que lo fuera) Se trata de una inversión de género a un elocuentísimo artículo publicado en Vice.com por Alison Stevenson y que parece una auténtica declaración de emancipación de la mujer. Eso es hasta que lo lees, entonces hiede un pelín a... ¿llamada de atención? ¿Berrinche por creer que se tiene una opinión impopular? ¿Jactancia por creer que se tiene una opinión impopular? Honestamente, no lo sé. Tienen el link al artículo íntegro al final de esta entrada.

23 de marzo de 2015
―No me jodas, ¡eres un hacker de esos!―María lo dijo con un tono de asombro infantil.

         Radko la miró entre la neblina de humo de tabaco y olor a fideos coreanos picantes que manó de su habitación en cuanto abrió la puerta. Ella señalaba con el flacucho brazo extendido-una miríada de pulseras de plástico chillonas sobre la piel morena-en dirección hacia la pantalla que había sobre el escritorio. Estaba apagada, asediada por ropa sucia y botes vacíos de Samyang Foods Buldalk Bokkeummyeon.

ordenador


―¡Qué dices!―Radko negó con la cabeza y se apartó de la puerta para dejarle pasar.

         María rodeó la cama deshecha y fue hasta la pantalla del ordenador apagado. Lo miró como una pieza de museo.
12 de marzo de 2015
Se va uno de los mejores, y además de mis favoritos. Terry Pratchett ha muerto a los 66 años, según se anuncia hoy. Poco a poco los medios van haciendose eco de la noticia. Me encantaría que fuera uno de esos bulos falsos de Internet, pero la información llega de su twitter y página oficial.



Autor de la saga de Mundo Disco, y auténtico crack en general, no es que me atreva a hacer una reseña sobre él. Seguro que otros mucho más informados las han colgado por la red.